Microrreseña de ‘Mago: la Ascensión. El Día del Juicio’.

Hace poco terminé la novela de la parte de Mago que trata sobre el final de la metatrama del Mundo de Tinieblas Antiguo (no leáis si queréis leer la novela, hay spoilers).⁠
Es un libro escrito con un estilo bastante particular, difícil de seguir, muy «stream of consciousness» (la técnica literaria en la que se representa los pensamientos del personaje en primera persona, de forma a veces inconexa o muy rápida). Además tiene tres puntos de vista de tres protagonistas, muy diferentes entre sí: un mago de las tradiciones (un Cuentasueños), una independiente (de un grupo de magia tradicional china) y un miembro de la Unión Tecnocrática (de Iteración X). Con lo cual, los paradigmas y las filosofías o interpretaciones de cada uno son muy diferentes.
Al final de la historia, lo que ocurre (o lo que interpreto que ocurre, porque es un poco difícil de seguir) es que se produce una implosión cósmica y todo vuelve al monad (el «uno» primordial del que se supone que viene toda la creación según algunas corrientes filosóficas neoplatónicas).
Si bien las novelas de Mundo de Tinieblas, como muchas otras basadas en ambientaciones de juegos de rol, no son particularmente ejemplos de una alta calidad literaria, sí que hay libros que son bastante entretenidos y enganchan. El problema con ésta, sin embargo, es que es bastante difícil de seguir, como digo, y a ello se le añaden las metarreferencias a otras ambientaciones de Mundo de Tinieblas, en las que te dejan caer que «algo» está pasando con los vampiros, hombres lobo, wraiths, etc., pero sin explicar del todo (puesto que, en teoría, eso se explica en detalle en otras novelas). El resultado final es que cuesta bastante seguir el hilo de la trama y, en consecuencia, que te enganche.