La Batalla del Bosque de Narl y la visita de Lord Lebeda

En esta última sesión los PJs tuvieron que repeler la invasión de una horda de trolls, recibir varias visitas oficiales, con intento de asesinato incluido, y expandir su dominio.La sesión comenzó con Lord Akrom y sus compañeros recibiendo nuevos informes de sus exploradores sobre el avance de una horda de trolls desde el sur, aproximándose a Fuertecolmillo.

Mandaron llamar a filas al ejército de su dominio, recién reclutado, que consistía en:

  • Dos unidades de 120 arqueros cada una.
  • Cinco unidades de infantería pesada y siete de infantería ligera de 120 hombres cada una.
  • Una unidad de caballería pesada de 20 jinetes que hacían de guardaespaldas de Lord Akrom, Sir Adorjan y Sir Férenc.
  • Una unidad de caballería ligera de 10 hombres comandada por Traspié.

Reunido el Consejo de la Baronía, Lord Akrom, Sir Adorjan, Traspié y Bairon George idearon un plan: Traspié se infiltraría con la unidad de caballería ligera por el Bosque de Narl, al oeste de Fuertecolmillo, e intentaría provocar a la horda de trolls para que parte se disgregase. Después iniciaría un incendio para atrapar o dispersar a los que hubieran caído en la trampa y además bloquear el avance del resto de la horda. Eso obligaría a los trolls a avanzar por las colinas al sudeste de Fuertecolmillo, donde los esperaría el ejército con el resto de PJs en un terreno mucho más favorable para que las tropas regulares aprovechasen su ventaja sobre los temibles individualmente, pero poco discplinados trolls. Lord Akrom llamó a su hermano para que combatiese con él y en privado, lejos de ojos indiscretos, hicieron una ofrenda a sus dioses paganos, los Señores del Hacha, para que les concediesen sus favores. Sir Adorjan consiguió una armadura completa de manos de Sir Beiron George que la había mandado forjar (costándole 1.500 monedas de oro a la tesotería de la baronía, eso sí).

Mapa Baronia Akrom 15-7-18

El plan se ejecutó a la perfección. Traspié provocó un incendio que causó la muerte, huida o dispersión de casi la mitad de la horda troll (sacó un 20 natural al tirar Supervivencia para ver cómo se orientaba por el bosque y aprovechaba el terreno para atraer y atrapar a los trolls).

Durante las siguientes horas lo que quedaba de la horda avanzó confusamente hacia Fuertecolmillo y fueron interceptados por el ejército comandado por Lord Akrom, que se había dispuesto en formación de cuña invertida para poder flanquear a sus enemigos. Los estandartes de Fuertecolmillo ondeaban en la noche gélida de marzo, mientras los hombres se preparaban a combatir contra unos seres bestiales a los cuales la mayoría únicamente conocían por leyendas o historias y nunca habían visto en persona. El miedo se respiraba entre las tropas, pero Lord Akrom, Sir Adorjan y Sir Férenc hicieron un esfuerzo por mantener la moral de la tropa (con tiradas de Intimidación y Carisma).

Jugamos la batalla utilizando las reglas de Domains at War del sistema Adventurer Conqueror King System para batallas abstractas y aunque al principio a los jugadores les confundió un poco, a los pocos turnos ya le habían cogido el gusto y sirvió para resolver la batalla rápidamente pero con cierta emoción por si las cosas les iban mal.

El sistema de batallas abstractas de Domains at War básicamente funciona de la siguiente forma: las unidades de los ejércitos tienen un «Battle Rating», que sería una especie de medida en puntos del mismo, como en Warhammer Fantasy (aunque aquí las cifras son menores, por ej. una unidad de 120 arqueros puede valer 2,5 puntos de BR). Cada turno, los ejércitos efectúan un ataque por cada punto de BR que tengan. Cada impacto significa que el otro ejército tendrá que retirar unidades por valor de 1 BR. Por ejemplo, si haces tres impactos, el otro ejército perderá 3 BR en unidades. Lógicamente todo esto tiene una serie de modificadores según las condiciones del combate, y un sistema para que los PJs puedan combatir individualmente en la batalla e influenciar el resultado, pero lo que he descrito es más o menos la idea general.

Gracias a la disciplina y tácticas de los tres oficiales, así como la buena puesta en marcha del plan de Traspié, la horda de los trolles fue derrotada y obligada a huir, mientras que el Ejército de Fuertecolmillo únicamente perdió una unidad de arqueros y otra de infantería ligera, hombres que habían dado su vida por la ciudad de nueva planta. Al volver a ésta, el ejército y sus líderes fueron aclamados por la población que veía como la espada de acero de la civilización conseguía, poco a poco, imponerse a la barbarie y el Caos de la frontera.

Las visitas oficiales

Durante los siguientes meses Fuertecolmillo y su Consejo de la Baronía recibieron varias visitas oficiales.

La primera fue la de Su Excelencia Tudor Buell, el cual les indicó que los cardenales de la Iglesia de Treum habían indicado que la Baronía del Colmillo había crecido lo suficiente como para merecer convertirse en sede diocesal y por tanto gozar de un obispo. En otras palabras, se ofrecía a hacer de obispo de la fe de Treum. En petit comité le aclaró a Lord Akrom que no tenía intención de meterse en sus decisiones políticas ni suponerle un problema. Lo único que le pedía era su colaboración para fomentar lugares de culto y la buena imagen de la Iglesia (el compromiso de construir una catedral, que Traspié consiguió que se convirtiera en el compromiso de pagar la mitad de una catedral, mientras que la Iglesia pagaría la otra mitad) y sobre todo, vigilar con celo que no se extendiesen nuevas herejías.

Les advirtió sobre la extensión de una nueva herejía en tierras cercanas, en algunos reinos fluviales al oeste de la baronía: el exaltacionismo. Según les comentó, se trataba de un movimiento que rechazaba la idea de la Iglesia de Treum según la cual cuando Treum caminó entre la humanidad era porque se había hecho hombre, con el objetivo de sufrir por todos sus hijos y combatir y derrotar al dragón que les atormentaba. Para los exaltacionistas, ese caballero era en realidad un guerrero de carne y hueso que únicamente al derrotar al dragón y salvar a la doncella había experimentado una exaltación y había ascendido a los cielos, convirtiéndose en el nuevo Treum. Es decir, creían en la posibilidad de que los hombres, mediante hazañas, pudiesen sustituir al dios en el que creía la Iglesia. Treum tendría por tanto distintas fases o manifestaciones según la era en la que uno se hallase y no sería eterno. Aunque a Lord Akrom esto le pareció un lío de teología treumita, Sir Adorjan y Sir Férenc comprendieron que para la Iglesia de Treum suponía una cuestión de máxima importancia.

Tudor Buell se estableció entonces como obispo de Fuertecolmillo, aunque Traspié hizo gestiones para que el antiguo cura, el Padre Kerwin, siguiera haciendo funciones en la parroquia (bien hecho por su jugador, porque sin saberlo, evitó que se convirtiera en un hombre sin propósito en la vida y consumido por el ansia de venganza).

La siguiente visita fue la de un noble, Lord Caswallan Lace, que se hacía llamar Conde de Lace, un territorio al oeste de la Baronía del Colmillo. Como Lord Akrom y Traspié, había sido enviado por los barones de Rostlandia a explorar y colonizar las Tierras Robadas, aunque en su caso si terreno cogía al oeste del Bosque de Narl. Lord Lace se mostró bastante altanero y presuntuoso y no cayó bien a los PJs. Intentó advertirles sobre Lord Lebeda, proponiendo una posible alianza contra él. Lord Akrom sospechó que lo hacía porque Lord Lebeda eramás poderoso y estar al norte de su territorio. También comentó que era amigo, o tenía contacto con Aethelric I, el rey de Mivotharn, el territorio al sur de la baronía desde donde los PJs sospechaban que se habían urdido las desgracias que últimamente les habían atormentado (los trolls de Hargulka, el ataque de la bestia, la traición de los mercenarios…).

El intento de asesinato de Lord Lebeda

La última visita se produjo unos meses más tarde, ya casi en agosto de 1125: el propio Lord Lebeda apareció con un séquito imponente de hombres armados hasta las cejas. Se trataba de un hombre mayor, de casi 60 años, pero que exudaba autoridad y confianza en sí mismo. Aún así, la reunión privada con Lord Akrom y sus acompañantes fue cordial: aunque Lord Lebeda era conde de Brevoy, parecía más preocupado simplemente por evitar que se fugasen más campesinos de sus tierras rumbo a la baronía y por tener un nuevo aliado. Parecía ir un poco por su cuenta respecto a la corona de Brevoy (que Traspié suponía que no vería con buenos ojos el hacer tratos con un territorio fuera de su autoridad al sur). Cuando sacaron el tema de los otros reinos y señoríos vecinos, Lord Lebeda les dio su opinión:

  • De Runswick, el reino al oeste de la baronía, sabía que el poder había cambiado de manos hacía poco y ahora allí reinaba un antiguo general conocido como «El Rey Gigante» por su impresionante estatura. Se rumoreaba que tenía sangre justamente de gigantes u ogros, aunque por el momento no se sabía mucho más sobre él o sus intenciones.
  • De Mivothern, el reino al sur, les habló de que Aethelric I era un hombre contrahecho, bicéfalo, con una cabeza que siempre parecía dormir y descansar sobre su pecho, pero que según las malas lenguas, a veces despertaba y transmitía consejos o visiones a la cabeza pensante. Por ese motivo se veía a Aethelric I como alguien contaminado por el Caos o la magia negra. En cualquier caso, no era de fiar, era traicionero y mentiroso.
  • De Lord Caswallan Lace y el Condado de Lace, al noroeste de la baronía, les dijo que era como una garrapata: molesta y que en algún momento tendría que aplastar. Aquí Lord Akrom y él llegaron a un acuerdo amistoso en colaborar en contra de Lord Lace.

Para celebrar la reunión por la noche se celebró un festín con el séquito de Lord Lebeda, el Consejo de la Baronía y varios hombres de Lord Akrom. En mitad de la noche, Traspié se percató de que un camarero que se aproximaba a Lord Lebeda sacaba una daga. En un abrir y cerrar de ojos, Traspié le lanzó una daga al cuello que atravesó el aire mientras el asesino gritaba «¡Libertad para Rostlandia!», clavándose en su nuez e impidiendo que asestara su puñalada (el jugador de Traspié pasó su tirada de Avistar y después sacó un 20 natural en la tirada de ataque).

El festín se detuvo de inmediato y Lord Lebeda quedó suspicaz de todo lo acontecido, retirándose a su cámara a descansar protegido por sus guardias. Al día siguiente abandonó Fuertecolmillo con una mirada extraña en el rostro, sin acabar de dejar claro si agradecía que le hubieran salvado la vida o consideraba todo una jugarreta para intentar ponerle en peligro.

Los PJs sospecharon en ese momento que se trataba de alguna maniobra de los barones de Rostlandia.

La expansión del dominio

El resto de la sesión la pasamos jugando turnos de dominio, expandiéndolo de forma notable, de 13 a 39 hexágonos (aunque dejamos los eventos «narrativos» a concretar para la próxima sesión). Lord Akrom pasó a proclamarse Conde de sus tierras, que quedaron así:

Condado del Colmillo.jpg

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